Misión Apollo 11: Angénieux pone rumbo a la luna
“Fly Me to the Moon”, como bien cantó Frank Sinatra en 1964. Y el 20 de julio de 1969, ese sueño se hizo realidad cuando los astronautas de Apollo 11 reprodujeron la canción después de haber alunizado. Mientras que se celebra el 50 aniversario del viaje a la Luna, Thales está orgulloso de haber contribuido a esa conquista de distintas maneras.
Si bien Buzz Aldrin y Neil Armstrong fueron los primeros seres humanos en pisar la Luna, y la obra de F. Sinatra fue la primera canción que se escuchó arriba, una pequeña empresa francesa también desempeñó un papel clave en ese acontecimiento histórico. De hecho, les lentes fabricadas por Angénieux, una marca de Thales desde 1993, formaron parte del equipo a bordo del cohete Apollo 11, y fueron diseñadas para grabar esa hazaña. Satisfacer las especificaciones fue un enorme desafío para la empresa francesa: hacía falta que las lentes fueran pequeñas, ligeras y fáciles de usar para astronautas que operaran en un entorno espacial.
“En el espacio, no se puede cometer errores. En caso de que ocurra un fallo técnico, resulta imposible intervenir. De ningún modo una mota de polvo iba a alterar la difusión de imágenes tan estratégicas,” declaró Christophe Remontet, Head of Cinema Optics Segment, Cinema Optics Product Line Manager en Angénieux.
Angénieux tuvo que modificar sus lentes para que fueran compatibles con la nueva cámara de color utilizada durante la misión Apollo 11, efectuar tratamientos especiales para cristales para que resistieran a la radiación espacial, así como crear un nuevo método de procesamiento mecánico para evitar que la grasa, generalmente utilizada en la Tierra, se evaporara en el vacío y velara las lentes. Era necesario que las lentes fueran lo suficientemente resistentes como para aguantar el calor y las vibraciones cuando el cohete despegaría.
No fue pura casualidad que la NASA eligiera a Angénieux, que ya había adquirido cierta fama en EE.UU. en los años 60, dado que sus lentes eran muy famosas en Hollywood y que la compañía ya había trabajado para la industria audiovisual estadounidense. Cinco años antes del alunizaje, tres de las seis lentes a bordo de la nave espacial Ranger 7, que sacaron las primeras imágenes a poca distancia de la Luna, fueron fabricadas también por Angénieux.
“Trabajar para un cliente tan exigente y prestigioso como la NASA nos ha permitido mejorar”, explicó Christophe Remontet.
Angénieux, que se comprometió en todas las misiones Apollo después de Apollo 11, trabajó junto con la NASA, incluso en la misión Dawn que terminó en noviembre pasado y que tenía por objetivo explorar Vesta y Ceres, localizadas en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Mientras su gama de productos actual, como las lentes de zoom para la cinematografía o los dispositivos de visión nocturna de Thales, se beneficia ampliamente de su experiencia con la NASA, los desarrollos efectuados para la misión Dawn incitaron a la empresa a seguir mejorando sus métodos de limpieza óptica. Además, Angénieux desarrolló productos diseñados para resistir a condiciones cada vez más adversas, como sus últimas lentes a bordo que son de titanio y pueden funcionar en entornos donde las temperaturas oscilan entre -50°C y 40°C.