Una solución de pago segura para personas con discapacidad visual
La cifra es espectacular: casi el 90% de las personas con discapacidad visual declara haber sido víctima de un fraude o haber cometido errores a la hora de pagar por bienes y servicios. Esta proporción podría reducirse significativamente gracias a una solución inventada por Thales que permite a las personas con discapacidad visual realizar compras de forma autónoma y con total seguridad.
Thales fue alertado por primera vez por su socio HandSome sobre el hecho de que el fraude y los errores eran un problema importante para los clientes con discapacidad visual cuando realizaban compras con tarjetas de pago.
Muy rápidamente, el equipo tuvo la respuesta: usar Bluetooth para conectar la tarjeta al teléfono móvil del usuario de tal forma que proporciona información de audio paso a paso sobre la transacción. Los usuarios podrían entonces proceder con el pago de una forma segura y discreta, sin la necesidad de ningún accesorio adicional que no sea la tarjeta y sus teléfonos.
Los comentarios de los primeros usuarios con discapacidad visual que probaron los prototipos fueron extremadamente positivos y proporcionaron un impulso real para que el equipo adaptara y completara su proyecto.
Sencillez, autonomía, seguridad
¿Como funciona? La solución, compatible con todos los terminales de pago, es sencilla. En el momento del pago, un enlace seguro conecta la tarjeta de pago por voz al teléfono móvil. A continuación, el teléfono comunica el cantidad a pagar de la transacción antes de que el usuario introduzca el PIN en el terminal POS. Posteriormente, el teléfono envía una confirmación de audio de la transacción.
Unas 300 tarjetas de pago por voz se han entregado a dos bancos franceses en marzo de 2021 para una primera prueba en vivo. Otro pedido se entregará a un gran banco sudamericano antes del otoño, y se están llevando a cabo discusiones en otros países.
Esta solución, junto con otras, es una gran demostración de lo que la tecnología puede ofrecer para mejorar las condiciones de vida, en este caso particular, las de las personas con discapacidad visual, aportando un valor real a la sociedad y ayudando a construir un futuro en el que todos podemos confiar.