En los últimos 60 años, se han producido casi 8 mil millones de toneladas de plástico. Thales, líder mundial en seguridad digital, está convencido de que reducir el uso desde la fuente sería la forma más eficaz de deshacerse de los residuos plásticos innecesarios. Como resultado, Thales fue el primer proveedor que proporcionó tarjetas Gemalto Bio Sourced (PLA), una alternativa innovadora al plástico, y ya ha entregado más de 2 millones de ellas a bancos en diferentes países.
Entre ellos, APS, el principal banco comunitario de Malta, ha firmado recientemente un contrato con Thales para migrar toda su cartera de tarjetas en los primeros meses de 2020, lo que dió como resultado la producción de casi 60000 tarjetas personalizadas ecológicas. Han hecho este cambio fundamental hacia la responsabilidad ecológica, ya que la mayoría de las tarjetas bancarias hasta ahora se fabricaban exclusivamente con PVC. Algunos bancos ya han adoptado una actitud eco-responsable mediante el uso de ácido poliláctico (PLA). Cambiar el material de fabricación de PVC a PLA, una fuente biológica renovable reduce considerablemente la huella de carbono. Gemalto es el primer proveedor en producir estas tarjetas de origen biológico, lo que reduce el uso de PVC en más del 80% dentro de las tarjetas
Las tarjetas de origen biológico de Gemalto (basadas en PLA) son la opción líder cuando se trata de productos ecológicos. El ácido poliláctico, un sustituto del plástico, sostenible hecho de maíz de campo de Nebraska, EE. UU., deriva de fuentes renovables. El maíz de campo utilizado se explota principalmente para la producción de etanol y la alimentación del ganado, sin fines dietéticos. El PLA es biodegradable y tiene una tasa muy baja de emisión de gases de efecto invernadero, mientras que el PVC no es biodegradable y emana gases tóxicos cuando se incinera. Es por ello que Gemalto recurrió al PLA, que ahora se utiliza para producir el 84% de la estructura del núcleo de cada tarjeta, la antena de las tarjetas NFC (sin contacto) y el chip que compone el resto. El producto final brinda una experiencia perfecta al cliente, sin tener ningún impacto en la impresión o personalización de la tarjeta.